¿Qué son las nuevas tablas del Monotributo?
Las nuevas tablas del Monotributo son una actualización anual que realiza la AFIP para ajustar los valores máximos permitidos por categoría, tomando en cuenta la inflación y otros factores económicos. Estas tablas determinan cuánto puede facturar un contribuyente para permanecer dentro de una determinada categoría, así como también el monto mensual que deberá pagar por su monotributo. A partir de 2024, estas tablas fueron modificadas con el objetivo de mantener actualizado el sistema frente al contexto económico del país.
Es importante entender que estas tablas no solo afectan cuánto se paga, sino también en qué categoría se encuentra cada monotributista. Si tus ingresos superan los límites establecidos, podrías pasar a una categoría superior o incluso quedar excluido del régimen simplificado y pasar al régimen general, lo que implica más obligaciones fiscales.
Conocer los nuevos montos es clave para evitar sanciones, recategorizaciones de oficio o errores en las declaraciones. Además, permite a los contribuyentes organizar mejor sus actividades económicas y prever los costos que implica mantenerse en regla.
Montos actualizados por categoría
Las nuevas tablas determinan los ingresos brutos anuales permitidos para cada una de las categorías, desde la A hasta la K. Cada categoría tiene su tope de facturación, así como también montos diferenciados a pagar según la actividad: prestación de servicios o venta de bienes. Por ejemplo, la categoría A, que es la más baja, permite ingresos anuales hasta cierto límite y un pago mensual reducido, mientras que la categoría K, la más alta, permite ingresos mucho mayores y un monto significativamente más elevado.
A partir del ajuste realizado, los nuevos valores de ingresos brutos anuales para las principales categorías son:
- Categoría A: hasta aproximadamente $2.108.288
- Categoría B: hasta $3.133.941
- Categoría C: hasta $4.387.518
- Categoría D: hasta $5.449.094
- Categoría E: hasta $6.416.528
- Categoría F: hasta $8.020.660
- Categoría G: hasta $9.624.793
- Categoría H (prestadores de servicios): hasta $11.916.410
- Categoría K (venta de cosas muebles): hasta $16.957.968
Estos montos se actualizan periódicamente, por lo que se recomienda consultar siempre la tabla vigente directamente en la página de la AFIP o con un contador matriculado.
Cambios en los montos a pagar
Además del límite de facturación, las nuevas tablas también establecen cuánto debe abonar cada monotributista por mes. Este monto mensual está compuesto por tres conceptos: el impuesto integrado, el aporte al sistema jubilatorio y la obra social. Dependiendo de la categoría, estos valores pueden ir desde unos pocos miles de pesos hasta montos que superan los $20.000 mensuales.
Por ejemplo, una persona que esté inscripta en la categoría A puede pagar alrededor de $5.500 por mes, mientras que una persona en la categoría H pagará aproximadamente $20.000 mensuales. Si además el monotributista tiene empleados o realiza actividad mixta, los montos pueden ser diferentes o incluir adicionales.
También es importante recordar que los pagos se realizan de forma mensual y pueden hacerse a través de débito automático, pago electrónico o con código QR desde la app de AFIP.
¿Cómo saber si debo recategorizarme?
La recategorización es un proceso obligatorio que se realiza dos veces por año (en enero y julio) y sirve para que los contribuyentes informen si cambiaron de categoría debido a variaciones en sus ingresos. Si tus ingresos brutos anuales, superficie afectada, energía consumida o alquileres devengados superan los parámetros establecidos en tu categoría actual, deberás recategorizarte.
Para saber si es necesario cambiar de categoría, se debe realizar un cálculo de los ingresos acumulados en los últimos 12 meses y compararlos con las nuevas tablas publicadas por la AFIP. En caso de no hacerlo y estar mal categorizado, la AFIP puede recategorizarte de oficio e incluso aplicar sanciones.
La recategorización se hace desde el portal Monotributo, ingresando con clave fiscal, donde también podrás simular los cambios antes de confirmarlos.
¿Qué pasa si supero los límites del régimen?
Si los ingresos brutos anuales superan el tope máximo de la categoría más alta (K), el contribuyente quedará excluido del Monotributo y pasará automáticamente al régimen general. Esto implica tener que inscribirse en IVA, Ganancias y Autónomos, además de llevar contabilidad formal, emitir facturas con IVA discriminado y presentar declaraciones juradas mensuales y anuales.
Esta transición puede resultar más compleja y costosa, por lo que es fundamental controlar periódicamente los montos facturados y anticiparse a una posible exclusión. También existen casos donde la exclusión se produce por otros motivos, como emitir facturas apócrifas o no cumplir con las condiciones del régimen.
Para quienes estén cerca del tope, una alternativa es analizar la facturación futura y evaluar si es conveniente seguir creciendo y migrar al régimen general o mantenerse dentro de los parámetros del Monotributo.
Consejos para estar al día con las nuevas tablas
- Controlá tus ingresos mensualmente: llevá un registro detallado de tus ventas o servicios prestados para evitar superar los límites sin darte cuenta.
- Consultá con un contador: si tenés dudas sobre tu categoría o tus obligaciones, un profesional matriculado puede ayudarte a evitar errores.
- Usá herramientas de AFIP: el portal Monotributo y la app Mi AFIP permiten ver tu categoría, pagar tus obligaciones y hacer recategorizaciones sin complicaciones.
- Revisá tu categoría antes de julio y enero: estos meses son claves para evitar sanciones y mantenerte en regla.
- Mantenete informado: la AFIP suele actualizar los valores anualmente, así que revisá siempre la normativa vigente.
Conclusión
Las nuevas tablas del Monotributo no solo actualizan los límites y montos a pagar, sino que también marcan el camino que debe seguir cada contribuyente para mantenerse en regla con la AFIP. Conocer estos valores es esencial para evitar problemas fiscales, sanciones o exclusiones del régimen. Aunque los cambios pueden parecer complejos al principio, con la información adecuada y el asesoramiento correcto, cualquier monotributista puede adaptarse fácilmente a las actualizaciones.
Estar al día con estas modificaciones no solo es una obligación legal, sino también una forma de cuidar tu actividad económica. Ya sea que estés iniciando como monotributista o tengas varios años en el régimen, actualizarte es una forma de crecer con responsabilidad.