¿Qué Pensiones Están Realmente Exentas de Declarar En El Irpf?
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Cuando recibes una pensión, una de las mayores dudas es si debes incluirla en tu declaración de la renta.
La respuesta no es única: depende completamente del tipo de pensión. Algunas son totalmente exentas, otras lo son parcialmente y la mayoría son totalmente tributarias.
Vamos a despejar la confusión.
La Regla General vs. Las Excepciones
Como norma principal, las pensiones públicas y privadas SÍ están sujetas al IRPF y debes declararlas. Son rendimientos del trabajo.
Las exenciones son casos específicos determinados por la ley. No se aplican por el mero hecho de que la cuantía sea baja (aunque eso afecte a la obligación de declarar).
Categoría 1: Pensiones TOTALMENTE Exentas
Estas pensiones no necesitan declararse nunca como renta. Son las siguientes:
- Pensiones de la Seguridad Social por incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez, cuando resulten de accidentes laborales o enfermedades profesionales. Esta es una exención clave y muy concreta.
- Pensiones compensatorias recibidas del cónyuge. Las cantidades percibidas por un divorcio o separación (pensión compensatoria) no tributan.
- Pensiones de alimentos. Las recibidas de padres, como en casos de estudiantes mayores de edad, no están sujetas al IRPF del perceptor.
- Pensiones derivadas de actos de terrorismo. Tanto las públicas como las indemnizaciones privadas por estos hechos están exentas.
- Pensiones por actos de violencia de género. En los términos que establezca la ley específica.
Categoría 2: Exención PARCIAL (La más común: Los ‘Pre-1995’)
Aquí está el caso que genera más consultas. Las personas que comenzaron a cobrar su pensión antes del 1 de enero de 1995 disfrutan de una exención parcial.
- ¿Cómo funciona? Una parte de su pensión está exenta de tributar. Esta parte se calcula en función de los años cotizados antes de 1995 y de la edad que tenían cuando empezaron a cobrar la pensión.
- ¿Qué parte está exenta? Se aplica un porcentaje de exención que puede ir del 8% al 40%, o incluso hasta el 100% en casos de gran invalidez por accidente laboral.
- Ejemplo práctico: Una persona con un 25% de exención sobre una pensión de 18.000€ anuales, solo tributa por 13.500€ (el 75% restante). Los 4.500€ exentos no van en la declaración.
Visual: ¿Tu pensión es exenta?
¿Tu Pensión es Exenta del IRPF?
Sigue el diagrama según tu caso
Clave para el cálculo
La fecha de inicio (antes o después de 1995) y el origen de la incapacidad (accidente laboral vs enfermedad común) son los factores determinantes. Revisa tus documentos oficiales.
Categoría 3: Pensiones NO Exentas (La mayoría)
Deben declararse en su totalidad:
- Pensiones de jubilación de la Seguridad Social o de regímenes especiales, si se empezaron a cobrar a partir de 1995.
- Pensiones de viudedad, orfandad y en favor de familiares.
- Pensiones por incapacidad permanente no derivadas de accidente laboral (ej.: enfermedad común).
- Pensiones privadas (planes de pensiones, seguros privados, etc.). Estas siempre tributan cuando se rescatan.
La Obligación de Declarar vs. La Exención
Son conceptos distintos que a menudo se mezclan:
- Exención: Significa que ese dinero no es renta sujeta a impuestos.
- Obligación de declarar: Depende de tus ingresos totales anuales, aunque una parte de tu pensión sea exenta.
Guía Rápida de Acción
Para saber exactamente tu situación, sigue estos puntos:
- Identifica el tipo exacto de pensión que recibes (jubilación, viudedad, incapacidad permanente…).
- Localiza la fecha en que empezaste a cobrarla. Es el dato más crucial tras 1995.
- Si es por incapacidad, verifica su origen (accidente laboral o enfermedad común).
- Revisa los recibos de tu pensión. Muchos incluyen un desglose donde se indica la “cuantía exenta” si te corresponde la parcial.
- Consulta con la Agencia Tributaria o un asesor si tu caso es complejo (especialmente para calcular el porcentaje de exención parcial).
Conclusión Clave
No todas las pensiones son iguales ante Hacienda. Mientras las compensatorias o por terrorismo son siempre libres de impuesto, la gran mayoría de pensiones contributivas (jubilación, viudedad) sí tributan.
La excepción más relevante afecta a los pensionistas de mayor edad (pre-1995), que disfrutan de un alivio fiscal significativo.
